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Del creer al desear. El intento de fundamentación de la ética de Ernst Tugendhat

La finalización de la lectura de algunos ensayos de Tugendhat tomados de sus libros Lecciones de ética y Problemas, ofrece la posibilidad de repensar el asunto de la fundamentación de la moral. ¿Por qué la moral requiere de fundamentación? La pregunta y la diversidad de respuestas nos colocan frente a un problema: de ninguna manera resulta evidente que la moral sea una cuestión anclada en la existencia de una naturaleza humana. Mucho menos, en la existencia de un mundo trascendente que actúe como espejo que permita contrastar lo que somos en potencia, contra lo que somos en acto, y asumir que podemos tender a actualizar el modelo, como lo supusieron Platón y Aristóteles; y en otros términos las grandes religiones. La argumentación de Tugendhat sobre las morales tradicionales muestra el rechazo a los esfuerzos de fundamentación postulados por la razón que se asume con apertura a la trascendencia. Paradójicamente, reflejan al mismo tiempo, el deseo de objetivar una cierta fundamentación para dar salida a un deseo universalista de presentar la moral como una propuesta para todos.
            El problema de la fundamentación de la moral ha pasado por diversos abordajes, que cubren una gama de respuestas, desde las respuestas universalistas tradicionales que sostienen el valor de las normas morales en un horizonte trascendente –algunas veces con Dios a la cabeza como dador de sentido de la existencia- (Tugendhat, 2010, pág. 65), hasta la postura de la filosofía analítica con Wittgenstein que señala la inconsistencia e imposibilidad de la fundamentación, aludiendo a que la moral es simplemente estructura del lenguaje que describe apenas proposicionalmente la reflexión sobre lo bueno, pues “nada de lo que somos capaces de pensar o de decir puede constituir el objeto (la ética)” (Wittgenstein, 1965, pág. 5). Enmedio se encuentran diversos planteamientos, entre los que destacan los esfuerzos de Kant que intenta la construcción válida de un fundamento de la acción humana en sus textos Crítica de la Razón práctica y La fundamentación de la metafísica de las costumbres. La propuesta kantiana se alinea a la búsqueda de una estructura formal que permita “la universalidad de las normas, la consideración del ser racional como fin en sí, y la aspiración al reino de fines, a una comunidad universal de personas” (Tauler A, 1986). A dicha propuesta, Tugendhat le cuestiona la búsqueda de una necesidad práctica absoluta preguntándose “¿Qué sentido podría tener una necesidad práctica absoluta, si efectivamente existiera?” (Lecciones de ética, 2010, pág. 95). Por otra parte, al formular la crítica a las morales tradicionalistas señala “que el potencial justificador de una moral tradicionalista está limitado por la posición de fe o dogmática de una concepción del bien” (Tugendhat, 2010, pág. 65). Esto le hace suponer que las morales tradicionales son incapaces de discutir con otras concepciones morales porque se sostienen como superiores (Tugendhat, 2010, pág. 64). Lo anterior, expresa una comprensión parcial e insuficiente del modo como históricamente se han configurado las morales tradicionales, y el carácter dialógico que subyace en ellas, al considerarlas como propuestas morales surgidas en un contexto determinado. Tugendhat parece confundir el contenido de las morales tradicionales con algunos de los sujetos que suscriben estos planteamientos, al identificar dichas morales como planteamientos cerrados en sí mismos. Esto supone la intención de deshistorizar las morales tradicionales para dar lugar a un esfuerzo de fundamentación que coloca en el sujeto particular, al señalar al deseo como elemento central de la moral, aunque sin dejar de lado sus pretensiones de universalidad. La crítica de Tugendhat a las morales tradicionales y su propuesta, exponen un esfuerzo por pensar la moral en lo que considera tiempos de desorientación, pues supone que las morales tradicionales son una especie de arquetipo del sometimiento a la autoridad. Al mismo tiempo señala que existen otros esfuerzos por dar solidez a la moral entre los que destacan el planteo de Hume que renuncia a la intención justificación; así como el del utilitarismo y el contractualismo.
En su esfuerzo de fundamentar la moral, señala al deseo como origen y sentido de la moral, al mismo tiempo que reconoce que es en la intersubjetivación de las actitudes morales donde puede encontrarse cierta cercanía con los demás, pero señala que el riesgo es la perspectiva de simpatía que puede desvirtuar el juicio por lo que es necesario una especie de objetivación del deseo para que subsista como eje del fundamento, lo que lo acerca al contractualismo. Sin embargo, nuevamente señala la insuficiencia del contractualismo buscando una especie de equilibrio que lo lleve al establecimiento de un contractualismo igualitario, lo que supone ausencia de un fundamento de raíces religiosas, apriorísticas, sentimentales, utilitaristas; pero cuidando de no caer en la renuncia a la fundamentación o en su negación como lo hace Wittgenstein. La suya, es un esfuerzo de fundamentación en la inmanencia.
El riesgo es que al fundarse en una inmanencia que no parte de la antropología, sino de la cultura y de la historia, su propuesta no pude universalizarse. El drama de Tugendhat es que en su intento de fundamentación se aleja del creer para pasar al desear, lo que se convierte en una nueva forma de creer bajo una perspectiva laica.

Referencias
Tauler A, E. (1986). Los fundamentos de la ética kantiana. Universum Revista de Humanidades y Ciencias , Año 1. Obtenido de http://universum.utalca.cl/contenido/index-86/tauler.html
Tugendhat, E. (2010). Lecciones de ética. Barcelona: Gedisa.
Wittgenstein, L. (1965). Conferencia de ética. Obtenido de https://www.cbachilleres.edu.mx/Bibliowiki/libros/W/Wittgenstein%20Ludwig%20%20Conferencia%20sobre%20etica.pdf



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